La fuerza destructiva de Irma, el huracán de categoría 5 que en estas horas azota al Caribe y enfila hacia el estado de la Florida, comenzó a confirmar las previsiones estadounidenses sobre una temporada récord de huracanes. En parte por el faltante arribo de un nuevo El Niño, que tiende a prevenir el reforzamiento de las tempestades, pero también para las aguas más cálidas del Atlántico tropical.
Después del Franklin, Gert y el ya devastador Harvey, Irma es el cuarto huracán formado por las tormentas tropicales del Atlántico y ya hay un quinto que llega, José, que según las previsiones de la NOAA, la agencia estadounidense para la meteorología, en las próximas horas puede ser reclasificado como huracán al igual que la tempestad Kate, la última que se formó.
En el boletín informativo de mediados de agosto la NOAA manifestó la posibilidad muy elevada de una estación de huracanes muy intensa, “la más activa desde 2010”, aseguran los científicos.
Este año se esperan de 14 a 19 tormentas tropicales (con Kate son ya 11), de las cuales de 5 a 9 pueden transformarse en huracanes (con Jose tocando la categoría 5) y de 2 a 5 en fuertes huracanes, indicaron los especialistas estadounidenses.
“Huracán” es definido como una tormenta con vientos desde los 120 kilómetros por hora, “fuerte huracán” aquel con vientos desde los 180 kilómetros por hora.
La temporada de los ciclones atlánticos sobre el Caribe y Centroamérica comienza por convenciones el primero de junio y termina el 30 de noviembre.
Este año solo en las primeras nueve semanas de la temporada ya hubo 6 tormentas tropicales, mitad de las cuales se registraron en una temporada normal de seis meses y el doble de aquellas que se verifican a mediados de agosto. En una temporada media se cuentan en total 12 tormentas, de las cuales la mitad puede transformarse en huracán.
La intensidad de esta temporada, explicó Gerry Bell, del NOAA, “es en parte debido al hecho que las posibilidades de formación de El Niño, que tiende a impedir a los temporales de reforzarse, han disminuido de modo considerable desde mayo”. El otro factor “son las aguas más cálidas en el Atlántico tropical”, completó.
Por su parte Kerry Emanuel, un experto en huracanes que trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), afirma que el poder destructivo del huracán Irma equivale al doble de todas las bombas de la Segunda Guerra Mundial. El fenómeno meteorológico posee unos 7.000 millones de vatios, aproximadamente el doble de la energía de todas las bombas usadas en la Segunda Guerra Mundial.
El huracán Irma ya tocó tierra en islas del Caribe con efectos “catastróficos”. Primero impactó en Barbuda, arrancando techos, inundando el litoral y cortando las comunicaciones, reportó la prensa local. Luego pasó por Saint Martin y Saint Barth con furia destructiva. Y sigue hacia Puerto Rico, mientras en su seno se están formando dos nuevas tormentas. Los expertos anuncian que también va camino a impactar en República Dominicana, Haití y Cuba, antes de posiblemente dirigirse a Florida el fin de semana.